A MENOS QUE NAZCAS NO PUEDES VER EL REINO (Juan 3:3) | Luis Falquez
Muchos de los judíos en Jerusalén habían profesado creer en Jesucristo, pero él sabía que la fe de ellos no era genuina, aunque un fariseo llamado Nicodemo era la excepción.
El Señor Jesucristo reconoció en Nicodemo un verdadero deseo por conocer la verdad, aunque necesitaba de algo muy importante que era nacer de agua y de espíritu.
¿Has nacido tú de agua y de espíritu ? ¿Es esto importante?
Si no has nacido de nuevo, no podrás ver el reino de Dios.