
CUANDO DIOS NO ACEPTA NUESTRA ADORACIÓN (Levítico 10:1-3) | Pastor Carlos Goya
Vivimos en tiempos donde la adoración ha sido despojada de su reverencia. Muchos suponen que Dios recibe toda forma de culto, siempre que venga “de un corazón con buenas intenciones”. Sin embargo, Levítico 10 es un despertador espiritual: Dios es santo y exige ser adorado solo como Él ha mandado. Esta no es una cuestión de gusto o tradición, sino de vida o muerte espiritual. El fuego extraño no siempre mata físicamente, pero siempre es una ofensa grave ante un Dios que es santo.