DE LA QUEJA A LA FE FIRME (Habacuc 3:17-19) | Pastor Carlos Goya

Habacuc fue un precursor de la fe porque enseñó que «el justo por su fe vivirá» (Habacuc 2:4), un principio central en la justificación por la fe en el Nuevo Testamento. Su confianza en Dios fue probada por la injusticia en Judá y el juicio venidero de los caldeos, pero aprendió a depender plenamente de la soberanía divina. A través de la oración y la visión de la gloria de Dios, su fe se fortaleció, culminando en una declaración de confianza absoluta: «Aunque la higuera no florezca… con todo, yo me alegraré en Jehová» (Habacuc 3:17-18). Su testimonio anticipa la fe perseverante que no depende de las circunstancias, sino de la fidelidad de Dios.