EL DIOS QUE HABLA Y NO GUARDA SILENCIO (Salmo 50:23) | Pastor Carlos Goya

“El Dios que habla y no guarda silencio” no es una figura lejana ni un eco apagado del pasado, sino el Dios vivo que hoy también juzga a su pueblo; no según ritos ni palabras huecas, sino según el corazón que le honra en verdad. Él no necesita sacrificios vacíos, ni frases religiosas, ni una vida envuelta en apariencia: Él exige gratitud sincera y obediencia práctica. El Salmo 50 termina con una advertencia solemne: “El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios”. No todos verán esa salvación: solo los que enderezan su vida ante Él. Hoy Dios habla, y si tu cristianismo es superficial, su juicio no callará para siempre.