FAVORECIENDO LA DECADENCIA ESPIRITUAL (1 Samuel 2:17) | Pastor Carlos Goya
Siempre se ha mencionado a Elí como un padre negligente y blando que no reprendió el pecado de sus hijos Ofni y Finees, quienes menospreciaban las ofrendas de Dios.
Pero, más grave aún es cuando un pecado como éste corrompe la adoración colectiva a Dios y la vuelve ritualista y vacía, arrastrando a mucho pueblo a una condenación mayor.