IMPLICACIONES ESCATOLÓGICAS DE LA RESURRECCIÓN (1 Corintios 15:20-28) | Pastor Carlos Goya

Pensando en los corintios, ¿Cómo podemos admitir que en la iglesia del Señor exista un error doctrinal tan fundamental para nuestra fe en Cristo y dejarlo sin la corrección necesaria?

Existen doctrinas que son fundamentales para la vida de la iglesia, las cuales deben enseñarse a la luz de las Escrituras y deben ser corregidas cuando existen malas interpretaciones y aplicaciones no bíblicas.

Esto es lo que Pablo exhorta y corrige en el capítulo 15 de esta primera carta a los Corintios: “Si predicamos a Cristo, ¿cómo es que algunos (que son maestros) dicen que no habrá resurrección de muertos?” Esto No es algo ligero que puede dejarse sin instrucción. Es necesario el liderazgo bíblico para la enseñanza y la instrucción.

Miremos todas las derivaciones de este error. Si No hay resurrección de muertos: 1) Cristo No ha resucitado, 2) Nuestra proclamación es inútil, 3) Los apóstoles y todos nosotros somos mentirosos, 4) Nuestra Fe es vana y no hemos recibido perdón de pecados, 5) Los que durmieron en Cristo están perdidos,  y 6) Si no hay esperanza de resurrección los creyentes son los más dignos de lástima de todos los hombres. ¡Qué hacemos aquí!

Cristo murió por nuestros pecados y resucitó conforme a las Escrituras y existieron muchos testigos oculares de su resurrección, como para dudarlo.

Pero existe también una implicación de la resurrección para los últimos tiempos finales, pues si Cristo NO resucitó ¿Por qué esperar entonces un reino eterno al final de esta vida?

El título de este sermón es: IMPLICACIONES ESCATOLÓGICAS DE LA RESURRECCIÓN