JUICIO PARA PERSEGUIDORES Y GLORIA A LOS SANTOS (2 Tesalonicenses 1:6-12) | Luis Falquez

INTRODUCCIÓN

Cristianos secretos de Afganistán

Es imposible vivir abiertamente como cristiano en Afganistán. El país sigue siendo el segundo país más peligroso para los cristianos, y la persecución es sólo un poco menos opresiva que en Corea del Norte.

El Estado Islámico y los talibanes todavía tienen una fuerte y violenta presencia en Afganistán, con los talibanes controlando grandes regiones. Los cristianos se enfrentan a la amenaza de asesinato, tortura, encarcelamiento y destierro debido a la fe.

No hay manera segura de expresar ninguna forma de fe cristiana en el país, por lo que los cristianos mantienen la fe en secreto.

Iglesia perseguida en Etiopía

Khalid (seudónimo) se enfrentó al rechazo de sus parientes en Etiopía tan pronto como decidió aminar con Cristo. «Me dijeron que corrompí la cultura. Me obligaron a salir de la casa y se negaron a darme comida y refugio. Incluso amenazaron con matarme».

Para perseverar en la fe, Khalid necesitó mucho estudio bíblico, discipulado y especialmente la acción del Espíritu Santo. Perdiendo la comodidad que tenía viviendo con su familia, enfrentó di?cultades y no pudo mantener gastos básicos, como comida y vivienda.// Puertas Abiertas AL

Nuestro texto de estudio es 2 Tesalonicenses 1:6-12

Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.