LA PRESUNCIÓN DE ESTAR JUSTIFICADO BAJO LA LEY (Romanos 2:17-29) | Pastor Carlos Goya
En el mensaje anterior, el apóstol Pablo reúne a toda la humanidad caída en dos grupos: «los que están sin ley y los que están bajo la ley» ambos grupos han pecado ante Dios.
A partir de estos versos Pablo centrará su discurso en aquellos que están bajo la ley y que se identifican con el sobrenombre de “judíos” porque recibieron la ley escrita de Dios, no solo para enseñarla, sino también para practicarla.
El problema de estos llamados “judíos” es que se sentían justificados «por derecho» en la ley que ellos habían recibido. Existe así una presunción o jactancia, una “auto exaltación” de tener la ley de Dios y pensar que esta ley ya los justificado en sus actos.
Lejos de examinar la condición de los judíos, ¿puede ser que esto afecte hoy a la iglesia del Señor quienes al igual que los judíos tenemos la ley escrita de Dios?
El mensaje de hoy se titula: LA PRESUNCIÓN DE ESTAR JUSTIFICADOS BAJO LA LEY (17-29)
Estudiaremos este mensaje a través de cuatro presunciones:
- PRESUNCIÓN 1: ESTAR JUSTIFICADO POR LLAMARSE JUDIO (17-19)
- PRESUNCIÓN 2: ESTAR JUSTIFICADO POR TENER CONOCIMIENTO SUPERIOR (20-24)
- PRESUNCIÓN 3: ESTAR JUSTIFICADO POR SER CIRCUNCISO (25-27)
- PRESUNCIÓN 4: ESTAR JUSTIFICADO POR LA LETRA DE LA LEY (28,29)
Nuestro texto de estudio para este mensaje es Romanos 2:17-29
He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros. Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley. Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.