LO QUE ES EL AMOR (1 Corintios 13:1-13) | Luis Falquez
El edificio más prominente en la acrópolis era un templo a Afrodita, la diosa griega del amor. Unas mil sacerdotisas, quienes eran prostitutas “religiosas”, vivían y trabajaban ahí y bajaban a la ciudad en la tarde para ofrecer sus servicios a los hombres de la ciudad y visitantes.
El mundo tiene sus formas y conceptos acerca del amor.
Cuando una persona le dice a otra: «Te amo» qué realmente está diciendo.
Hablemos un poco sobre
La palabra «Amor»
«En la época del NT, el mundo de habla griega utilizaba tres palabras para amor.
La primera es eros, que se refiere al amor erótico o sexual. Este vocablo no se emplea ni en el NT ni en la LXX. Se usaba comúnmente en la literatura griega de aquella época.
La palabra phileo (y sus derivados) se refieren a un afecto tierno, como el que se tiene hacia un amigo o familiar. Es común en el NT y en la literatura extrabíblica. Se utiliza para expresar el amor de Dios el Padre hacia Jesús (Juan 5: 20), el amor de Dios hacia un creyente en particular (Juan 16: 27 ) y hacia un discípulo (Juan 20: 2). La palabra phileo nunca se usa para hablar del amor de una persona hacia Dios. De hecho, el contexto de
Juan 21: 15-17 parece sugerir que Jesús deseaba recibir de Pedro un amor más profundo.
La palabra agapao (y su derivada ágape) en raras ocasiones se emplea en el griego extrabíblico. Lo usaban los creyentes para indicar un amor incondicional especial hacia Dios, y se lo utilizaba de manera indistinta con phileo para designar el amor de Dios el Padre hacia Jesús (Juan 3: 35), del Padre hacia un creyente en particular (Juan 14: 21) y el amor de Cristo hacia un discípulo (Juan 13: 23).
El amor bíblico tiene como objeto a Dios, el verdadero motivador y fuente de ese amor. El amor es un fruto del Espíritu Santo (Gál. 5: 22) y no va dirigido hacia el mundo o las cosas del mundo (los deseos de los ojos , los deseos de la carne o la vanagloria de la vida, 1 Jn. 2: 15,16). El ejemplo máximo del amor de Dios es el Señor Jesucristo, quien dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13: 34; comp. 15: 12).