MUERTOS AL PECADO VIVOS PARA DIOS (Romanos 6:1-11) | Pastor Carlos Goya


Por el pecado de uno reinó la muerte, por la justicia de uno reinó la vida.

Un solo hombre heredó muerte a todos por su desobediencia. Un solo hombre otorgó gracia a todos por su perfecta obediencia.

Por el pecado de un solo hombre todos fueron constituidos pecadores, por la obediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos justos ante Dios.

Los “todos en Adán” han recibido condenación, mientras que los “todos en Cristo” han recibido “abundancia de gracia y el don de la justicia”.

En Adán estamos obligados a cumplir la ley de Dios para ser salvos, pero somos incapaces; En Cristo somos salvos por la justicia de Dios cuando creemos que Cristo murió por mis pecados en la cruz. En este sentido no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia inmerecida de Dios.

Pero ¿como pasamos de estar bajo una ley que nos condenaba a la gracia inmerecida de Dios?

Muriendo al pecado y viviendo para Dios.

El tema de hoy es: MUERTOS AL PECADO VIVOS PARA DIOS

La idea central de estos versos es esa: hemos muerto al pecado y ahora vivimos para Dios, pero hay detalles que acontecen en esa “transición” que sucede cuando pasamos de Adán a Cristo.

Estudiaremos en dos encabezados:

  1. MUERTOS AL PECADO EN LA SEMEJANZA DE SU MUERTE
  2. VIVOS PARA DIOS EN LA SEMEJANZA DE SU RESURRECCIÓN

 

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