ORANDO POR LAS MISIONES Y POR PERSEVERANCIA (2 Tesalonicenses 3:1-5) | Luis Falquez


Al final del capítulo anterior, el apóstol había orado fervientemente por los tesalonicenses, y ahora desea sus oraciones, animándoles a confiar en Dios, a lo que añade otra petición por ellos (2 Tes. 3:1-5).

Luego procede a darles órdenes e instrucciones para corregir algunas cosas que, según le informaron, estaban mal entre ellos (2 Tes. 3:6-15) y concluye con bendiciones y oraciones (2 Tes. 3:16-18).
Hermanos a menudo en nuestras reuniones públicas de oración un hermano le pregunta a otro hermano ¿Qué deseas que ore por ti? Bueno cada uno expresa sus anhelos de oración.
Bueno, en el texto Bíblico de hoy el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo nos deja unos motivos de oraciones para el avance del Reino de Dios y que nosotros como creyentes estamos llamados también a incluirlas en nuestras reuniones de oraciones públicas como privadas porque es la voluntad del Señor.

Nuestro texto de estudio de esta segunda carta es el siguiente:

Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
(2 Tesalonicenses 3:1-5)

 

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