PALABRA FIEL PARA EL SERVICIO SANTO (1 Timoteo 3:1-2) | Pastor Carlos Goya
Una de los asuntos que Pablo nos está enseñando a las iglesias locales, a través de las cartas a Timoteo y Tito, es que las iglesias no pueden estar sin la dirección de los pastores. Una iglesia que está sin un liderazgo llamado por Dios no puede permanecer firme y estable.
Recordemos un poco las palabras de Pablo a Timoteo al inicio de esta primera carta:
Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. (1 Timoteo 1:3-4)
La iglesia de Efeso tenía serios problemas por carecer de un liderazgo llamado por Dios y necesitaba de la labor de un apacentador para encaminar a los maestros que estaban enseñando en el lugar. No había por tanto una consistencia doctrinal y cada uno de estos maestros enseñaba lo que consideraba importante, pero en realidad se estaban apartando de la verdad de la Palabra y todo esto acarreaba disputas más bien que edificación del cuerpo.