PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS (2 Corintios 6:14-7:1) | Pastor Carlos Goya

Pablo como ministro llamado por Cristo mostraba credenciales evidentes de su ministerio a los gentiles:

antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. (2 Corintios 6:4-11)

Dudar de la veracidad de su apostolado sería pura necedad ante tales credenciales ministeriales, mientras que los falsos apóstoles tenían que traer cartas de recomendación, Pablo no las necesitaba.

Los siguientes versículos (12,13) son una ligera pero efectiva exhortación: “No tenemos reserva con ustedes, pero son ustedes quienes tienen reserva con nosotros, por eso les ruego como a mis hijos que me abran su corazón, así como yo lo he hecho con ustedes” y la conexión con la enseñanza de hoy: «no olviden que fueron llamados con un llamamiento santo», y como tales, ustedes recibieron el mandamiento del Señor de NO unirse con los incrédulos, porque como creyentes son el templo del Dios viviente y como verdaderos cristianos deben activamente estar limpios de toda contaminación de carne y de espíritu.

El título de nuestra enseñanza de hoy es: PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS