PONIENDO A UN LADO DERECHOS POR EL AVANCE DEL EVANGELIO (1 Corintios 9:1-14) | Luis Falquez
Hasta el momento hemos aprendido del capítulo 8 que el hermano más fuerte debe preocuparse de no herir la conciencia del hermano más débil. Hacer que otro creyente peque o herir la conciencia de otro es pecar en contra de Cristo.
Pablo motivado por el amor anuncia que preferiría poner permanentemente de lado la libertad antes que hacer que otro peque.
Ahora bien… en el CAPÍTULO IX vamos a ver qué Pablo presenta una serie de ilustraciones de cómo él practicaba lo que acaba de decir en 8:13. Luego, en el capítulo 10:14 continúa con la discusión del tema tratado en el capítulo 8 referente a comer carne sacrificada a los ídolos. La defensa de Pablo de su apostolado, cosa presentada en este capítulo, en realidad es una ilustración de la abnegación noble de Pablo a fin de edificar a otros y beneficiar a la Causa de Cristo. El a veces renunciaba a sus derechos por motivo del amor que tenía hacia sus hermanos.
Pero algunos en Corinto tergiversaban esta abnegación de Pablo presentándola como prueba de que él no era apóstol genuino.
Pablo comienza a defender su apostolado (ver. 1-3) ya que algunos en Corinto dudaban de él, o que lo desacreditaban. Al parecer algunos insinuaban, según este versículo, que Pablo no era apóstol genuino porque no había convivido con Jesús en la tierra, y que no actuaba libremente en algunos asuntos como los otros apóstoles (por ejemplo, la libertad de vivir del evangelio, sin trabajar en lo secular).
Si hacemos un bosquejo del capítulo 9 puede quedar así:
- Versículos 1-14. El apóstol muestra su autoridad, y afirma su derecho a ser sustentado.
- Versículos 15-23. Desecha esta parte de su libertad cristiana por el bien de los demás.
- Versículos 24-27. Hizo todo con cuidado y diligencia, en vista de la corona incorruptible.