¿TE RESISTES A CREER? (Marcos 9:23) | Pastor Carlos Goya
La mayor dureza del corazón con la que se encontró el Señor Jesucristo fue la incredulidad.
No bastaban los milagros, no bastaban las señales, no bastaban las sanidades, el problema era el mismo: la incredulidad en el corazón del hombre arraigada a su naturaleza pecaminosa.