
¿TIENES ALGO DE QUÉ ARREPENTIRTE? (Lucas 15:1-7) | Pastor Carlos Goya
¡Qué inmensa dicha para todos aquellos que escucharon las palabras de nuestro Salvador cuando caminó en esta tierra proclamando la buena nueva del evangelio! ¡Cuántos no se acercaron a Jesús para escucharle con gran atención aunque había algunos que estaban más ansiosos por ver los milagros y sanidades! Sea como fuere, nuestro Salvador atraía multitud de personas, y todas estas venían de todas partes de la tierra de Galilea y Judea.
La noble misión de nuestro Salvador era obedecer la completa y perfecta voluntad de su Padre Celestial. Dios el Padre desde la eternidad había determinado enviar a su único Hijo para salvar al hombre.