UNA IGLESIA DE UN CORAZÓN Y DE UN ALMA (Hechos 4:32) | Pastor Carlos Goya
¿Por qué leemos el libro de los Hechos, como una lejana realidad de una iglesia que fue una vez y que no volverá a ser igual?
¿Será que la cercanía del evento del calvario hizo que estos creyentes manifiesten un comportamiento cristiano tan radical y comprometido?
Es más fácil para los santos de hoy estar en desacuerdo, que ponerse de acuerdo en objetivos y metas en común.
¿Acaso el Señor no amonestó a una de las iglesias de Apocalipsis, porque había dejado su primer amor y por lo tanto ante la exhortación del Señor, debía examinar donde había caído y así volver a hacer las primeras obras?
¿Qué tan difícil sería hoy que la iglesia del Señor sea de un corazón y un alma?