UNA IGLESIA QUE AGRADA A DIOS SANTIFICÁNDOSE (1 Tesalonicenses 4:1-8) | Edgar Anastacio
Hermanos en Cristo, conociendo que vivimos en una sociedad que es inmoralmente sexual, el creyente debe vivir obedeciendo y practicando la verdad de las Escrituras.
¿Cómo? cortando relaciones, suprimiendo tiempos, eliminando de su vida cualquier tipo de actividad donde ustedes saben que están contribuyendo para el momento “preciso” de consumar el acto sexual fuera del matrimonio.
Dios nos demanda que vivamos en santificación, y para quien no le interesa acatar esta exhortación; sepa usted amigo que andar fornicando sexualmente es una práctica que distingue, que diferencia, que identifica, que caracteriza al hombre sin Dios, a los hombres del mundo porque ya han sido entregados a una mente reprobada por Dios.
En este mensaje veremos como:
1. Somos Exhortados para seguir viviendo agradando a Dios.
2. Somos Demandados a vivir en santidad, no en inmundicia.
3. Los que rechazan el mandado de Santificación desechan a Dios.