UNA VIDA SANTA EN CRISTO (Romanos 8:1) | Pastor Carlos Goya
Esta breve serie tiene como propósito darnos los fundamentos bíblicos claros y contundentes para hacer la gran comisión que tenemos como creyentes del nuevo pacto. Pero también nos debe recordar constantemente el fundamento de nuestra propia salvación en Cristo: la justificación por la fe y no por las obras de la ley.
¿Qué debemos tener presente en nuestra proclamación del evangelio?
- SOMOS DEUDORES. Como creyentes llevamos una carga por las almas, pues todos somos deudores de la gracia que hemos recibido, “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor” (1:14). Debemos proclamar el evangelio con la misma vehemencia y fuerza que lo hicieron sus santos apóstoles.
- PODER DE DIOS. No nos avergonzamos de esta proclamación porque es el poder de Dios para salvar a judíos y gentiles, “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (1:16),
- IRA DE DIOS. Exponemos la necesidad de la justicia de Dios, porque el hombre está bajo pecado en una condición caída y de juicio frente a la ira revelada de Dios, “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.” (1:21),
- SIN LEY PERECERAN. Exponemos que el hombre NO quedará sin excusa ante el juicio de Dios y perecerá bajo su propia justicia moral, “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán” (2:12a),
- BAJO LA LEY SERÁN JUZGADOS. Exponemos también que el hombre tampoco podrá excusarse bajo el cumplimiento de la ley moral de Dios, porque no puede guardar esta perfecta ley y es esta misma ley que lo juzgará y condenará, “y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados” (2:12b),
- TODOS SOMOS PECADORES. ¿Cuál fue el propósito de la ley de Dios? Mostrarnos que somos pecadores. “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” (Ro 3:20)
- LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE. ¿Cómo podemos ser salvados de la ira de Dios? Aunque todos han pecado y todos han sido destituidos de la gloria de Dios, Dios mismo nos puede justificar gratuitamente por su gracia, mediante la obra de Salvación de su Hijo Jesucristo en la cruz. (Ro 3:23-24)
- LA EVIDENCIA DEL ARREPENTIMIENTO. El que cree por la fe se arrepiente de sus pecados y comenzará a obedecer su palabra. Esta es una evidencia clara para nosotros de una respuesta a la fe en Cristo. Recordemos que primero Abraham creyó a Dios y fue contado como justo, y después obedeció guardando la señal de la circuncisión. Primero es la fe (conversión) y luego la obras como respuesta de su arrepentimiento.
- UNA VIDA SANTA. ¿Qué viene luego? R. un caminar santo como discípulos de Cristo.
Si tenemos presente la instrucción de Mateo 28:19 es ID y HACED DISCÍPULOS. En el “ID” exponemos la proclamación de la justicia de Dios a través de Su IRA para los pecadores no arrepentidos, pero gracia y misericordia para aquellos que por la fe son justificados en la obra de Cristo. Estos discípulos son bautizados y enseñados en doctrina y carácter santo.
Debemos entender que el evangelismo bíblico no termina con el bautismo de los conversos, sino que continúa con la enseñanza de todas las cosas que Cristo nos mandó para que las guardáramos. Esto es el “HACED DISCÍPULOS”. Esta obra tiene que ver con la santificación de sus almas y la obra del Espíritu Santo en sus corazones. Es decir UNA VIDA SANTA EN CRISTO. El capítulo 8 de Romanos me ayudará en exponer lo que es una vida santa en Cristo.