
USANDO LEGÍTIMAMENTE LA LEY (1 Timoteo 1:8-14) | Pastor Carlos Goya
El Señor acusó a los fariseos de ser hipócritas legalistas, pues cargaban a los hombres con cargas que no podían llevar, pero ellos ni aun con un dedo las tocaban.
Estos judíos religiosos eran los líderes del pueblo, pero no los guiaban a Dios, sino que los hacían más merecedores del castigo del infierno. Tenían la ley de Dios para enseñar, pero la usaban para sus propios intereses y lucros.
En el tiempo de Pablo, había falsos maestros que entorpecían la obra del Señor. Estos falsos maestros presentes en Éfeso, alardeaban de ser maestros de la ley, pero en verdad no entendían lo que hablaban ni lo que afirmaban. Estos no solo desconocían el uso apropiado de la ley de Dios, sino que también querían imponer la circuncisión y el cumplimiento de ceremonias mosaicas en la iglesia como algo necesario para la salvación.
Es así que Pablo explica a Timoteo en esta primera carta como un ministro del Señor debe usar la ley legítimamente, para que así Timoteo pueda enseñar a otros, de tal forma que cada uno de ellos ame al Señor por haber recibido este entendimiento correcto que es para la edificación de la iglesia.