VELANDO Y SIENDO SOBRIOS HASTA SU VENIDA (1 Tesalonicenses 5:1-11) | Pastor Carlos Goya
¿Te has fijado en la guardia de los veladores? Aquellos que cuidan algo mientras los demás duermen. ¿Qué pasaría si tu fuera un velador o guardia? ¿Qué harías para NO caer rendido por el sueño?
Como hemos estado revisando, Pablo expone a los creyentes de Tesalónica, algunas asuntos sobre la venida del Señor. ¿Qué pasaría con ellos? ¿Están en desesperanza?
En los versos anteriores del capítulo 4:15-18, Pablo les enseña como será su Venida y la resurrección de los creyentes. Luego en el capítulo 5, les habla sobre este tiempo de juicio llamado el “día del Señor”, que será imprevisto para muchos, pero NO para los creyentes. El título de nuestra enseñanza es….
Así Pablo les dice lo que ellos deben estar haciendo esperando su venida:
- Velando hasta su venida porque conocemos la verdad
- Velando hasta su venida para alcanzar salvación
- Velando hasta su venida con ánimo y edificación mutua
Nuestro texto de estudio es 1 Tesalonicenses 5:1-11
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. (1Ts 5:1-11)