A LOS SANTOS EN CORINTO (1 Corintios 1:1-3) | Pastor Carlos Goya


Iniciamos un nuevo estudio en nuestra predicación expositiva de las tardes: la primera carta a los Corintios.

Es una carta que refleja el amor de Dios que se manifiesta en la corrección que Él hace a sus santos llamados usando sus instrumentos imperfectos que son sus ministros para llevar toda palabra de exhortación y edificación.

¿Podría alguien considerar una iglesia que tiene divisiones, inmoralidad, desorden en las ordenanzas, con errores doctrinales en la comprensión de la resurrección y desorden en las reuniones, como santos llamados por Dios?

Evidentemente que ninguno lo haría, pero Pablo en esta ocasión se está dirigiendo a esos llamados a ser santos que habitan en Corintio, lo que indicaba que aún Pablo esperaba un cambio en sus vidas apartándose del pecado.

Hoy veremos como un apóstol llamado por Dios se debe a una iglesia que es llamada por Dios a ser santa.

El título de este mensaje es: A LOS SANTOS EN CORINTO

Lo estudiaremos en dos encabezados:

  1. UN APOSTOL LLAMADO QUE SE DEBE A UNA IGLESIA (1-2a)
  2. UNA IGLESIA SANTIFICADA QUE SE DEBE A DIOS (2b-3)

Nuestro texto de estudio es 1 Corintios 1:1-3

Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

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