Jesús no vino para abolir o desechar la Ley dada por Dios en el Antiguo Testamento (Mateo 5:17). En lugar de eso, afirmó su validez y permanencia. La Ley reflejaba el carácter santo de Dios y establecía las normas de justicia y conducta para su pueblo. Jesús subraya que la Ley no es algo que deba ser ignorado o reemplazado.
Jesús no solo observó la Ley de manera externa, sino que también reveló su verdadero significado y propósito. A través de su enseñanza, como en el Sermón del Monte, Jesús explicó que la Ley no se trata solo de la observancia externa, sino de la transformación interna del corazón.
1. Primer Mandamiento: «No tendrás dioses ajenos delante de mí» (Éxodo 20:3)
Jesús enseñó que el amor a Dios debe ser exclusivo y total. No solo debemos evitar adorar a otros dioses, sino que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas (Mateo 22:37). Cualquier cosa que compita con nuestra devoción a Dios es una forma de idolatría.
2. Segundo Mandamiento: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza…» (Éxodo 20:4-6)
Jesús llevó a la luz la idolatría en todas sus formas, no solo en la creación de imágenes físicas, sino en la adoración de cosas materiales, conceptos o cualquier cosa que ocupe el lugar de Dios en el corazón (Juan 4:23-24). La verdadera adoración es en espíritu y en verdad. La verdadera adoración es aquella que Dios ordenó al hombre a través de su Palabra revelada y escrita.
3. Tercer Mandamiento: «No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano» (Éxodo 20:7)
Jesús enseñó que debemos reverenciar no solo el nombre de Dios en palabras, sino en nuestras vidas y acciones. Nuestro testimonio como creyentes debe honrar a Dios, reflejando su santidad y evitando el uso irreverente de su nombre (Mateo 6:9, «Santificado sea tu nombre»).
4. Cuarto Mandamiento: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo» (Éxodo 20:8-11)
Jesús enseñó que el Día de Reposo apunta a un descanso espiritual más profundo. Él es el «Señor del día de reposo» (Mateo 12:8), y en Él encontramos el verdadero descanso para nuestras almas. La plenitud del mandamiento se encuentra en el descanso y la paz que Jesús ofrece. El patrón de trabajo y descanso fue establecido por Dios para el hombre (Éxodo 20:9). El hombre que se afana por las cosas de este mundo y olvida el día de reposo necesario para su alma, está en desobediencia ante Dios (Hebreos 4:11).
5. Quinto Mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre» (Éxodo 20:12)
Jesús reafirmó la importancia de honrar a los padres, no solo en la obediencia externa, sino en la verdadera reverencia y amor que refleje la relación con Dios como nuestro Padre celestial (Mateo 15:3-6). El mandamiento empieza con la familia, que es la primera institución de autoridad en la vida de una persona. Los padres son las primeras figuras de autoridad, y honrarlos sienta la base para cómo se debe responder a otras autoridades en la vida. El respeto a los padres se extiende al respeto a las leyes y a las autoridades civiles, ya que estas son vistas como parte del orden divino (Romanos 13:1-2).
6. Sexto Mandamiento: «No matarás» (Éxodo 20:13)
Jesús enseñó que la prohibición de matar va más allá del acto físico del asesinato. Incluye la ira injusta, el odio y el desprecio hacia los demás, los cuales son raíces de la violencia (Mateo 5:21-22). Jesús nos llama a la reconciliación y al amor hacia nuestros enemigos.
7. Séptimo Mandamiento: «No cometerás adulterio» (Éxodo 20:14)
Jesús explicó que la pureza no es solo evitar el acto de adulterio, sino también el deseo interno de codiciar a otra persona (Mateo 5:27-28). La santidad sexual se trata de mantener el corazón puro y fiel, reflejando la fidelidad de Dios hacia su pueblo.
8. Octavo Mandamiento: «No robarás» (Éxodo 20:15)
Jesús enseñó que este mandamiento abarca más que el robo físico. Incluye la honestidad en todas nuestras interacciones, evitar el fraude, la explotación y cualquier forma de injusticia contra el prójimo (Lucas 19:8-9). La generosidad y el compartir con los necesitados son la antítesis del robo (Efesios 4:28).
9. Noveno Mandamiento: «No hablarás contra tu prójimo falso testimonio» (Éxodo 20:16)
Jesús enseñó que la verdad debe ser mantenida no solo en los tribunales, sino en todas nuestras palabras. La mentira, la calumnia y la difamación son contrarias al carácter de Dios, quien es la Verdad (Juan 8:44, Juan 14:6). Nuestra comunicación debe ser sincera, edificante y basada en la verdad.
10. Décimo Mandamiento: «No codiciarás…» (Éxodo 20:17)
Jesús reveló que la codicia es una actitud del corazón que puede llevar a toda clase de pecados (Lucas 12:15). En lugar de codiciar, debemos estar contentos con lo que Dios nos ha dado y confiar en su provisión (Filipenses 4:12). La vida no consiste en la abundancia de bienes, sino en la riqueza espiritual en Cristo.
¿Puede la iglesia cambiar o alterar estos mandamientos morales?
Considerando esta exposición del verdadero significado del Decálogo, usted mismo observe esta breve comparación donde el Catolicismo romano cambia o anula la Ley de Dios:
PRIMER MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:2-3: «Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí»
- Catolicismo: «Amarás a Dios sobre todas las cosas»
SEGUNDO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:4-6: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos»
- Catolicismo: Este mandamiento se omite explícitamente
TERCER MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:7: «No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano»
- Catolicismo: «No tomarás el nombre de Dios en vano»
CUARTO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:8-11: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó»
- Catolicismo: «Santificarás las fiestas»
QUINTO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:12: «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da»
- Catolicismo: «Honrarás a tu padre y a tu madre»
SEXTO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:13: «No matarás»
- Catolicismo: «No matarás»
SÉPTIMO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:14: «No cometerás adulterio»
- Catolicismo: «No cometerás actos impuros»
OCTAVO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:15: «No robarás»
- Catolicismo: «No robarás»
NOVENO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:16: «No hablarás contra tu prójimo falso testimonio»
- Catolicismo: «No darás falso testimonio ni mentirás»
DÉCIMO MANDAMIENTO:
- Éxodo 20:17: «No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo»
- Catolicismo: «No codiciarás los bienes ajenos»
Es fundamental que la enseñanza de los mandamientos refleje fielmente lo que la Escritura ha establecido. Una iglesia bíblica y doctrinal guardará y observará los Mandamientos de Dios en su total y absoluto sentido moral, porque no pueden ser cambiados o alterados (Marcos 7:8-9).
Cualquier cambio, omisión o alteración comprometerá la integridad del mensaje divino y llevará a una desviación de la voluntad de Dios tal como fue revelada en la Biblia: «¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.» (Isaías 8:20)